Historias de San Luis: Tíndaro Latorre, maestro

Y creo que lo hacía con un sentido que después nos dábamos cuenta.

Era profesor, también maestro, pero no se quedaba en su capacidad de transmitir el conocimiento a sus alumnos y alumnas, sino que se transformaba en un maestro de la vida.

Sus clases vinculadas al deporte, u otras materias que dictaba, transitaban el programa previsto, pero siempre había un motivo para apartarse y dejar enseñanzas que generalmente estaban vinculadas a principios morales.

Esto lo distinguió siempre.

 

Siendo expresivo y claro, fijaba conceptos en sus discípulos/as que servirían para toda la vida.

Enérgico pero comprensivo, fueron miles los alumnos y deportistas que se formaron con el profesor Tíndaro José Latorre.

Fue un alumno destacado. Abanderado. Tiene habitaciones repletas de trofeos, recuerdos, libros y fotos, pero alguna vez me dijo que su mayor orgullo era cuando algún ex alumno/a le pegaba el grito: "¡Profe! o ¡Tíndaro! para saludarlo o compartir una conversación.

Ocupó cargos en administraciones gubernamentales de la provincia, en estructuras educativas, y se lo ha distinguido por su labor docente en ámbitos públicos y privados provinciales, nacionales e internacionales.

Tal vez un aspecto que mucho no se conozca de Tíndaro José Latorre son sus obras escritas.

Algunas de ellas son: "Eulalio Astudillo, director fundador de la Escuela Normal Juan Pascual Pringles; Importancia del Dibujo en la Formación Integral; Educación Física, notas para el ciclo de preparación profesional para el Magisterio; Deporte y Promoción Humana; Promoción y Participación Comunitaria; El Educador; Educar para la Libertad y capacitar para la Responsabilidad; la Educación en la formación de la opinión pública; Bases para una política deportiva fundada en el bienestar social; Valores del deporte en una estructura educativa" y otras publicaciones.

Y por supuesto, un párrafo aparte merece su aporte al desarrollo del sóftbol y del handball en la provincia de San Luis.

Precursor, luchador tenaz, entrenador, director técnico integral y todo lo que pueda imaginar para sostener estas actividades deportivas tanto a nivel escolar como a nivel de selecciones que representaron a la provincia dentro y fuera del país.

El campo de sóftbol del Ave Fénix lleva su nombre, entre otros recuerdos de quienes fueron, son y serán sus discípulos.

Por supuesto, deportes no rentados en los que había que depositar tiempo, conocimiento y también aportes económicos propios.
Todo construido desde el corazón.

No quise entrar en detalles de una carpeta de antecedentes con cientos de hojas. He sobrevolado algunos detalles nada más.

Prefiero recordar siempre al ser humano que fue, es y será un Maestro de Vida.

Salud Profe.